Reflexión final sobre La Celestina.
La Tragicomedia de Calisto y Melibea, otro de los nombres con los que se conoce a esta obra, cuenta la historia de Calisto, un joven, que tras caer perdidamente enamorado de Melibea, recurre, por consejo de su criado Sempronio, a Celestina, una vieja hechicera.
Celestina utiliza sus hablidades para despertar el amor hacia Calisto en Melibea,y lo condigue. Calisto, como pago de su trabajo, da a Celestina una cadena de oro.
Sempronio y Pármeno, criados de Calisto, estaban compinchados con Celestina, por lo que reclaman una parte de la recompensa. Tras la negativa de la hechicera, los dos criados la asesinan, y, más adelante, son ajusticiados por sus actos.
En la escena final de la obra, los dos amantes se encuentran en el huerto de Melibea,y Calisto, tras escuchar ruido en el exterior, trata de salir, pero se tropieza bajando unas escaleras y acaba muerto. Melibea, tras ver a su amado muerto, se suicida tirándose de una torre.
Lo que Fernando de Rojas trataba de demostrar con La Celestina es la insconciencia que mueve a los jóvenes cuando están enamorados, que son capaces de acabar en un momento con todo por lo que sus padres han luchado durante años por ellos, todo por amor.
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